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Un Caso Alarmante en Oaxaca
El 17 de febrero de 2025, las autoridades de salud de Oaxaca confirmaron un caso importado de sarampión en una niña estadounidense que visitaba la región. Este incidente encendió las alarmas sobre la vulnerabilidad de nuestras comunidades ante enfermedades prevenibles por vacunación. Aunque México ha mantenido el sarampión bajo control durante años, la movilidad internacional y la disminución en las tasas de vacunación pueden reintroducir el virus en nuestra población.
¿Qué es el Sarampión?
Es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite por el aire a través de gotitas respiratorias. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y ojos rojos, seguidos de una erupción cutánea característica que se extiende desde la cabeza hacia el resto del cuerpo. Aunque algunos lo consideran como una enfermedad infantil inofensiva, puede tener complicaciones graves como neumonía, encefalitis e incluso la muerte.
La Importancia de la Vacunación
Antes de la introducción de la vacuna contra el sarampión en 1963, la enfermedad causaba millones de infecciones y numerosas muertes cada año a nivel mundial. Gracias a los programas de vacunación masiva, los casos han disminuido drásticamente. Sin embargo, la reciente confirmación de un caso importado en Oaxaca destaca la necesidad de mantener altas tasas de inmunización para prevenir brotes, ya tiene rato que se han estado presentando estos casos en forma aislada.
La vacuna triple viral (SRP), que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas, es segura y efectiva. Se recomienda que los niños reciban la primera dosis al cumplir 12 meses y una segunda dosis entre los 18 meses y en niños más mayores de 4 años que no tuvieron esta dosis les corresponde a los 6 años de edad. Los adultos que no estén vacunados o no recuerden haberlo estado también deben inmunizarse para garantizar su protección y la de quienes los rodean.

Mitos y Realidades sobre el Sarampión y la Vacunación
A pesar de la evidencia científica, persisten mitos que desalientan la vacunación. Uno de los más peligrosos es la creencia de que es mejor adquirir inmunidad de forma natural contrayendo la enfermedad. Esta idea ha llevado a la organización de “fiestas de sarampión” en algunos lugares, donde se expone intencionalmente a los niños al virus con la esperanza de que desarrollen inmunidad. Esta práctica es extremadamente peligrosa y carece de fundamento médico. El sarampión puede causar complicaciones severas, y exponer a los niños intencionalmente pone en riesgo su salud y la de la comunidad.
Otro mito común es la supuesta relación entre la vacuna SRP y el autismo. Este rumor se originó en un estudio fraudulento en 1998 que fue desmentido y retirado. Numerosos estudios posteriores han demostrado que no existe tal vínculo. La vacuna SRP es segura y no está asociada con trastornos del espectro autista.
La Realidad Actual del Sarampión
Aunque muchos países han logrado controlar el sarampión gracias a la vacunación, la enfermedad no ha sido erradicada globalmente. En 2024, se registraron más de 14,000 casos sospechosos en las Américas, con 376 confirmados en ocho países, principalmente en Estados Unidos, Canadá y Argentina. La mayoría de estos casos fueron importados o relacionados con importaciones, lo que subraya la importancia de mantener una alta cobertura de vacunación para prevenir la reintroducción del virus.
El Papel de los Padres en la Prevención
Como padres, tenemos la responsabilidad de proteger la salud de nuestros hijos y de la comunidad. La vacunación es una herramienta esencial en esta misión. Además de seguir el calendario de vacunación recomendado, es crucial informarse adecuadamente y no dejarse influenciar por información errónea. En mi blog, he abordado en detalle la importancia de la vacunación contra el sarampión y cómo podemos proteger a nuestros hijos de esta enfermedad prevenible. Los invito a leer más en este enlace.
Recomendaciones del Doc
- Vacunación oportuna: Asegúrate de que tus hijos reciban las dosis recomendadas de la vacuna SRP.
- Verifica tu estado vacunal: Si eres adulto y no estás seguro de haber sido vacunado, consulta a tu médico para recibir la vacuna si es necesario.
- Infórmate adecuadamente: Busca información en fuentes confiables y desconfía de rumores o mitos sin base científica.
- Evita prácticas peligrosas: No expongas intencionalmente a tus hijos al virus del sarampión; las “fiestas de sarampión” son peligrosas y no están respaldadas por la comunidad médica.
- Promueve la vacunación en tu comunidad: Comparte información veraz y anima a otros padres a vacunar a sus hijos.
Recordemos que el sarampión es una enfermedad prevenible. Con responsabilidad y acción conjunta, podemos mantener a nuestras comunidades seguras y saludables.
Bibliografía: