La anticipación es un método usado comúnmente para mejorar la respuesta de los niños a los cambios de actividad, ya sea para iniciarla o terminarla, para cambiar de lugar o ambiente e introducir cosas nuevas, ayuda a limitar la frustración y el temor.
Hace algunos meses recibimos el consejo de usar la anticipación para lidiar con algunas rabietas de nuestra pequeña hija y podemos decir que nos ha funcionado muy bien.
Al buscar información sobre el tema encontramos que esta descrito principalmente para trabajar con niños con autismo y déficit de atención, pero estamos seguros que todos los niños pequeños pueden obtener muchos beneficios usando la anticipación, y lo mejor es que los padres se benefician también, no suena a algo genial?
Imaginemos que se encuentra usted cómodamente leyendo una novela que le parece muy entretenida, está muy interesado en la lectura, se encuentra en la mejor parte de la trama, y en eso alguien llega, le quita el libro, apaga la luz y le dice que es hora de dormir, ¿Cómo se sentiría? No le parece desconsiderado y una falta de respeto. Se nos olvida que los pequeños sienten las mismas emociones que nosotros y no sólo eso sino que además recién están aprendiendo a conocerlas y ni hablar de controlarlas.
Ya que uno lo piensa es totalmente lógico, pero como en muchas cosas lo más lógico es lo último en lo que pensamos.
Seguramente muchos de ustedes están ya usando algo de esto de manera inconsciente pero al hacerlo conscientemente lo podremos aprovechar mejor.
En nuestro caso hemos utilizado la anticipación para dar fin a una actividad, sobre todo cuando es algo que le gusta mucho a nuestra hija, y poder pasar a lo siguiente.
Seguramente muchos padres han tenido que lidiar con el momento incómodo de decir que se acabo el tiempo en el parque, que hay que dejar de jugar porque es hora del baño o situaciones similares.
- No decimos que con esto el niño pasará contentísimo de estar jugando a bañarse o prepararse para dormir, pero definitivamente la anticipación ayuda a disminuir la frustración y los berrinches, y entre más se use la respuesta es mejor.
- Por ejemplo si se acabo el tiempo en el parque podemos decir: “Ya casi es tiempo de irnos, puedes subir a la resbaladilla tres veces más antes de irnos”, podemos contarlas las tres veces juntos, en la última recordarle que esa es la tercera y será la última, y que después de eso vamos a casa.
- Claro que además de anticiparle el fin de la actividad también debemos respetar el tiempo de juego, después de estar encerrada toda la tarde definitivamente nuestra pequeña no se conformará con cinco minutos en el parque por más anticipación que hagamos.
Algunas maneras de utilizar la anticipación:
- Tener una pizarra de actividades diarias, puede usar dibujos o fotografías para mostrar las actividades que se irán haciendo durante el día, hay quienes optan por poner de una sola vez todo lo que se hará en el día, nosotros creemos que para darle flexibilidad podemos poner las primeras dos actividades, así al despertar el niño(a) sabrá que van a hacer y también que será lo siguiente (por ejemplo desayunar y bañarse). Cada vez que termine una actividad pueden volver juntos a la pizarra y poner una estrella o paloma para marcarla como completada, revisar que es lo siguiente y colocar una imagen de lo que continuará (tercera actividad) y así sucesivamente.
- Concluir y cambiar de actividad, ayudándole a entender que falta poco tiempo para terminar una actividad y lograr una mejor conclusión. Aunque manejemos una rutina los niños más pequeños no tienen noción del tiempo y aunque sepan que es lo que sigue no saben en qué momento será, y cuando la actividad que están realizando es algo que les gusta mucho más difícil será pasar a lo siguiente.
- Utilizar guías gráficas, cuentos, juegos o algún material útil para prepararlo para algo nuevo y diferente, es útil sobre todo con cosas que pueden resultar atemorizantes o generar ansiedad como una visita al doctor, un viaje, etc. Podemos usar imágenes para describirle todo lo que sucederá incluyendo una conclusión feliz.
- Con material gráfico podemos enseñarle lo que esperamos del él/ella. Los métodos de anticipación también ayudan a que el niño sepa lo que se espera de él, como que ropa debe ponerse para la ocasión, como esperamos que se comporte, como debe realizarse una tarea.
Nuestros hijos son tan importantes como nosotros y su tiempo y sus juegos son tan importantes como nuestras actividades, si aprendemos a respetarlos y ayudamos a que disfruten su día estamos seguros que como padres también nosotros disfrutaremos con ellos.