No entres en pánico, yo te enseño que hacer y verte como toda una profesional.
Una escena muy común que asusta a muchos papás (aunque no lo digan) es ver a su hijo con un sangrado nasal.
A veces ocurre en medio de la noche, en la escuela, o justo cuando van saliendo a una fiesta. Y aunque parezca algo grave, la mayoría de los sangrados nasales en niños no lo son.
Pero… ¿cuándo sí debemos preocuparnos?, ¿cómo podemos prevenirlos?, ¿y qué hacer cuando ya están sangrando?
Aquí te lo explico de forma sencilla, los niños llegan mas asustados que tú cuando los traen corriendo a la clínica.

¿Por qué sangran tanto por la nariz los niños?
El interior de la nariz está lleno de vasos sanguíneos muy finitos. Son tan delicados que basta con un pequeño golpe, un estornudo fuerte o hasta meterse el dedo (sí, eso que tanto les decimos que no hagan) para que alguno se rompa y comience un sangrado nasal.
Además, el clima seco, los aires acondicionados, las alergias o los resfriados frecuentes resecan esa zona y hacen que se vuelva aún más frágiles.
Tipos de sangrado nasal
Hay dos tipos:
- Anterior (el más común): la sangre sale por el orificio nasal. Parece que se va a desangrar pero no es real.
- Posterior (menos frecuente, pero más serio): puede bajar hacia la garganta y causar vómito o dificultad para respirar. Es rarísimo no te angusties.
En niños, casi todos los casos son del tipo anterior. Son molestos pero no peligrosos si se tratan bien.
¿Qué hacer si tu hijo tiene un sangrado nasal?
Aquí va el paso a paso que te puede sacar del apuro:
- Mantén la calma. Eso se contagia.
- Siéntalo derecho y haz que incline la cabeza ligeramente hacia adelante (nunca hacia atrás). Truco: cuéntale que a ti también te pasaba de niña (aunque no sea verdad) eso suaviza la cosa.
- Aprieta suavemente la parte blanda de la nariz (justo encima de los orificios de la nariz) con tus dedos, como si fuera una pinza.
- Mantén la presión durante al menos 3 a 5 minutos continuos. No aflojes para “ver si ya paró”, muchas veces no aguantan tanto, pero cuéntale la historia “ficticia” de tu infancia con tu camisa favorita manchada de sangre y gana tiempo para no aflojar.
- Coloca una bolsita con agua y hielo en la frente si está disponible. Ayuda a relajarse y disminuir un poco el flujo de sangre en la zona.
💡 OJO: es normal que después salgan pequeños coágulos o que escupa sangre si algo se fue a la garganta. No significa que siga sangrando.
¿Cuándo llevarlo al pediatra?
Aunque la mayoría se controlan en casa, consulta si:
- El sangradito dura más de 30 minutos a pesar de los cuidados.
- El sangrado es muy abundante o frecuente.
- Tu hijo vomita sangre o tiene dificultad para respirar.
- Toma medicamentos anticoagulantes o tiene algún trastorno de coagulación que tu ya conozcas.
¿Se pueden prevenir los sangrados?
¡Claro! Aquí te dejo unos tips útiles que también aplico con mis pacientes y mi familia:
Recomendaciones del Doc 👨⚕️
✔️ Usa un spray nasal salino suavecito acorde a su edad para mantener la nariz hidratada (especialmente si vives en clima seco (como el de Los Cabos) o con aire acondicionado.
✔️Evita las irrigaciones con fuerza, la clásica que sale en los video de tiktok en la que entra de un lado y sale del otro con moco gigante. A mi no me gusta, la verdad. Yo tengo un video de como hacer una irrigación gentil solo SI, fuera estrictamente necesario. Aqui te dejo el link
✔️ En niños que sangran con relativa frecuencia usamos una cremita lubricante libre de fragancia aplicada con gentileza dentro (no muy adentro) de la fosita nasal, ayuda muchísimo.
✔️ Enséñales a no rascarse la nariz (aunque sí, lo sé… ¡es más fácil decirlo que lograrlo!).
✔️ Córtales las uñas cortitas.
✔️ Evita que se suenen fuerte o estornuden con la boca cerrada.
Si aún no sabes cómo hacer un buen lavado nasal, te invito a leer este otro artículo del blog 👉 Lavados nasales: cómo y cuándo hacerlos
Importantísimo: No te aceleres.
Ahora bien, sé que cuando hablamos de sangrado nasal, muchos papás piensan de inmediato en cosas graves como leucemia o algún tipo de cáncer. Y aunque pudiera ser cierto que, en casos muy puntuales, un sangrado frecuente puede ser un síntoma de algo más, la gran mayoría de los niños que tienen sangrado nasal NO tienen una enfermedad grave. Así que lo primero es: no te angusties innecesariamente.
Una nariz sangrando no significa leucemia. Pero tampoco lo ignores si ocurre seguido: si tu hijo o hija presenta más de dos episodios en poco tiempo, es buena idea que lo revisemos en consulta.
Y aquí va algo importante que veo muy seguido: muchos papás, con toda la buena intención, corren al laboratorio a pedir estudios de sangre “para querer checar que todo este bien”. Pero no siempre es lo mejor.
No, no necesitas hacerle laboratorios sin una valoración médica previa. Primero hay que ver al niño, explorar, escuchar el contexto, y con base en eso decidir si se necesitan estudios y cuáles son realmente útiles. Pedir análisis por tu cuenta a veces puede generar más dudas que certezas, o incluso pasar por alto lo que sí deberíamos investigar, y muchas veces darle más de un piquete para la muestra de sangre ( los niños lo odian)
Dato extra: sabías que el nombre que usamos los doctores para el sangrado de nariz es – Epistaxis – ¿suena raro verdad?
Bibliografía:
Yamashita R. Nosebleeds in Children. JAMA Otolaryngol Head Neck Surg. Published online May 30, 2024.