La temporada de calor viene acompañada de varios enemigos clásicos de la infancia.
Las enfermedades virales de las más conocidas y latosas como la varicela, rotavirus, dengue entre otras.
Una de ellas es la que quiero que centres tu atención sobre todo si tienes bebés pequeños menores de 2 años.
La Roséola o fiebre de los 3 días o Exantema súbito.
Súbitamente y sin más síntomas los bebés empiezan con fiebre.
Y fiebre alta de mas de 38.5 hasta 40 °C
Algunos niños suelen acompañarse de poco de moco o una que otra evacuación rara, floja o con olor diferente.
Los síntomas se estancan ni para adelante ni para atrás.
El desgano, la falta de apetito y el malestar acompañado de irritabilidad y llanto por todo y por nada.
Estos niños nos ponen en jaque porque sus síntomas son muy leves, salvo la fiebre, incluso da la apariencia que pudieran ser la emergencia de los dientes o un resfriado menor.
La fiebre puede ceder parcialmente al uso de medicamentos como el Tempra o Motrin oral.
La visita al consultorio cuando vemos estos niños, es típica.
Vemos un bebé con mucha fiebre, poco de moco y muy enojado al examen físico.
Generalmente no encontramos nada, un poco de moco transparente y un poco roja la garganta.
¿Es grave o delicado?
No en realidad, lo mejor aquí es estar en comunicación con nosotros y entender el problema.
Mantenerlos bien hidratados esperado la mejora.
La cual viene después de 3 a 5 días, cuando se presenta un exantema, como si fuera un sarpullido, rojo y como elevado en la piel del cuello, rostro, tronco, así como en brazos y piernas.
Esta es la característica numero uno de la Roséola infantum
Y tan tan este es la parte final de la enfermedad, generalmente no hay más fiebre, y quedan solo el malestar y la falta de apetito por algunos días más.
Resta es ser muy paciente y esperar la recuperación completa de la pequeña.
Lo malo
Lo único malo de la Roséola es que es un poco difícil de diagnosticar porque normalmente los síntomas se parecen a otras cosas, como infecciones de garganta, diarrea por gastroenteritis o gripas.
como la fiebre alcanza valores elevados, la persistencia de la fiebre a pesar de los medicamentos y lo mal que se logran sentir nuestros niños nos hace pensar en cosas graves o delicadas.
La sobre-medicación por los papás y por los médicos con poca experiencia en niños hace que se abuse significativamente de los medicamentos y los antibióticos más bien prescritos por miedo que por necesidad.
¿Cómo saber que infección es la que se tiene?
Lo mejor es una evaluación en la oficina con un examen físico completito, seguimiento y acompañamiento de los papás con el problema y en ocasiones la revaloración del pequeño ayuda mucho a estar tranquilos y confiados que vamos por buen camino.
Un numero menor de niños que sospechamos Roséola les tomamos exámenes de laboratorio, como biometría hemática, química sanguínea y otras denominados reactantes de fase aguda de infección, que nos ayudaran a determinar si el problema es de origen viral o bacteriano, esto último para saber si es necesario agregar o evitar los antibióticos.
Despreocúpate.
La mayoría de los niños padecerán Roséola antes de los 2 años; el pico máximo de presentación es entre los 8 y 14 meses.
No tiene consecuencias mayores y la recuperación es completa antes de 7 a 10 días.
Así que tranquilos, el tratamiento de la Roséola va enfocado a ayudarles a que se sientan mejor, controlar la fiebre y mantenerlos bien hidratados.
Seguro que pronto estará mejor.