Índice
La mamá de Sebastián estaba feliz. Luego de nueve meses de espera, por fin tenía a su bebé en brazos. Las primeras horas fueron mágicas, todo parecía ir en orden: Sebastián comía bien, dormía tranquilo, su mamá batalló un poco con la lactancia en los primeros días. Pero al tercer día, notó algo extraño… su piel comenzó a verse amarilla, y sus ojitos también. Aunque le dijeron que era algo común, no pudo evitar preocuparse. ¿Qué está pasando?
La ictericia en recién nacidos, o hiperbilirrubinemia, es un tema que inquieta a muchos padres. Y con razón. Aunque la mayoría de las veces es algo fisiológico y pasajero, hay ocasiones en las que necesita intervención médica. Hoy vamos a hablar de esta condición con total honestidad y claridad, como siempre lo hacemos aquí, en confianza y sin alarmismos.
¿Qué es la ictericia y por qué se presenta?
La ictericia se presenta cuando hay un exceso de bilirrubina en la sangre. Esta sustancia amarillenta se forma al descomponer los glóbulos rojos viejos. En los recién nacidos, especialmente en los primeros días de vida, su hígado aún está en proceso de maduración y no logra eliminar la bilirrubina con la misma eficiencia que un adulto.
El resultado: ese tono amarillento tan característico en la piel y ojos. Según la American Academy of Pediatrics, alrededor del 60% de los recién nacidos a término y hasta el 80% de los prematuros desarrollan algún grado de ictericia en sus primeros días de vida.
La historia de Sebastián
En el caso de Sebastián, esa ictericia que comenzó de forma leve se convirtió en una situación que ameritó atención más de cerca.
En consulta notamos que su tono amarillo había avanzado desde su carita hasta sus extremidades, y aunque parecía estar tranquilo, su mamá comentó que estaba un poco más dormilón y se alimentaba mas lento.
Tomamos una decisión clave: hacer una medición de bilirrubina en sangre. Sí, eso implicó pinchar a Sebastián, lo que sabemos que no es agradable para ningún papá o mamá. Pero déjame decirte algo importante: la única forma precisa de saber si la ictericia es un problema o no, es midiendo sus niveles con un análisis de laboratorio. No hay otra manera. Y cuando la salud de nuestros bebés está en juego, esa pequeña molestia vale oro.
Los resultados confirmaron lo que sospechábamos: niveles altos de bilirrubina que requerían hospitalización. Actuamos rápidamente. Sebastián fue ingresado y puesto bajo fototerapia, con monitorización constante, buena hidratación y todos los cuidados necesarios. En menos de dos días, sus niveles bajaron a rangos seguros y se fue a casa con su mamá, tranquilo, comiendo bien, y con la piel ya sin ese tono amarillo.

Tipos de ictericia en recién nacidos
Existen varios tipos de ictericia, y no todas son benignas:
- Ictericia fisiológica: es la más común, aparece entre el segundo y cuarto día de vida y suele desaparecer sola.
- Ictericia por lactancia materna: aparece cuando el bebé no se alimenta lo suficiente, generalmente por dificultades iniciales en la técnica o frecuencia de lactancia.
- Ictericia de la leche materna: en algunos casos, ciertos componentes de la leche pueden hacer que la ictericia dure más tiempo. No es peligrosa, pero se debe vigilar.
- Ictericia patológica: ocurre cuando los niveles son muy altos, aparece en las primeras 24 horas, o se prolonga más de lo normal. En estos casos es vital actuar pronto.
¿Cómo se diagnostica?
Aunque existen dispositivos de medición transcutánea (a través de la piel), lo más confiable en casos dudosos o avanzados es el análisis de sangre. Así, podemos saber con precisión si el nivel de bilirrubina requiere tratamiento.
Sabemos que muchos papás se preocupan por las punciones en los bebés, pero aquí va el mensaje claro: a veces es absolutamente necesario. Una detección temprana evita complicaciones graves, como el kernicterus, una afección neurológica irreversible causada por niveles altísimos de bilirrubina.
¿Cómo se trata?
- Fototerapia: la luz azul especial ayuda a descomponer la bilirrubina para que pueda ser eliminada por el cuerpo.
- Buena hidratación y alimentación frecuente: tanto si el bebé se alimenta con pecho o fórmula, lo importante es mantener su digestión activa.
- Casos graves: puede requerirse una transfusión de intercambio, aunque esto es poco común.
¿Cuándo consultar?
- Si la ictericia aparece antes de las 24 horas.
- Si se extiende más allá de dos semanas.
- Si se intensifica en vez de mejorar.
- Si el bebé está muy somnoliento, no se alimenta o llora débilmente.
- Si los pies y las manos también se ven amarillos.
Recomendaciones del Doc 🧑⚕️
✔️ Observa diariamente a tu bebé en buena luz natural.
✔️ Acude al pediatra entre el 3.º y 5.º día de vida, incluso si el bebé parece estar bien.
✔️ Si notas que el tono amarillo se extiende más allá del rostro, consulta ya.
✔️ Alimenta a tu bebé con frecuencia. Si hay dudas con la lactancia, no dudes en pedir apoyo.
✔️ No temas a los análisis de sangre si el pediatra los recomienda. ¡Más vale un piquetito a tiempo que una complicación mayor!
✔️ La ictericia se trata. Y cuando se detecta a tiempo, los resultados son excelentes.
Fuentes confiables para seguir aprendiendo:
- HealthyChildren.org (American Academy of Pediatrics). (2023). Jaundice in Newborns.
- KidsHealth.org (Nemours Foundation). (2023). Ictericia neonatal.
La ictericia puede ser una experiencia inquietante, pero como pudiste ver con Sebastián, cuando se atiende a tiempo, el pronóstico es excelente. Si algo te hace ruido, confía en tu instinto, busca orientación médica y no minimices los cambios en el color de la piel de tu bebé. Aquí estamos para ayudarte a resolver cada duda, paso a paso, como siempre.